Considerado como uno de los seis grandes biomas brasileños, el Pantanal es una extensa llanura que consta de un mosaico de pastizales, sabanas y áreas boscosas, además de humedales continuos que se ubican en América del Sur, entre Brasil, Bolivia y Paraguay. En Brasil, cubre los estados de Mato Grosso y Mato Grosso do Sul, y tiene un área de drenaje de 13.8 millones de hectáreas, con aproximadamente el 65% del territorio ocupado por el Pantanal en el estado de Mato Grosso do Sul y 35% en Mato Grosso.

El área propuesta como Bosque Modelo Pantanal tiene una superficie de solo 76,347 hectáreas ubicada en el borde oeste. Dentro de este territorio existen dos Unidades de Conservación, el Área de Protección Ambiental Bahía Negra, con familias que viven en la región, y el Parque Municipal Piraputangas. También hay dos asentamientos rurales, el asentamiento 72 y el asentamiento Urucum y una comunidad tradicional, la comunidad de Igrejinha en la región de Maria Coelho. También existen cinco áreas mineras, cuatro enfocadas a la extracción de mineral de hierro (Vale y Vetorial) y otra a la extracción de cemento (Votorantim).

Figura 1. Localización del Pantanal con destaque para el Bosque Modelo Pantanal al centro. Al lado, la localización mostrando la proximidad con el Bosque Modelo Chiquitano en Bolivia.

Figura 2. Límites del Bosque Modelo Pantanal y sus diferentes componentes, Mato Grosso do Sul, Brasil.

El borde occidental del Pantanal presenta una gran diversidad de ambientes, especies de flora y fauna, los cuales son influenciados por los biomas vecinos - Cerrado, Chaco, Amazonas y Atlántico. El borde occidental es una región limítrofe con Bolivia, en la cual es posible observar cerros de origen Precámbrico en medio de la llanura. El paisaje se diferencia a través de tres complejos montañosos - Serra do Amolar, Serra do Amonguijá y Maciço do Urucum, este último complejo se inserta en la región propuesta para ser el paisaje del Bosque Modelo Pantanal y se destaca por ser un área prioritaria para la conservación, debido a la composición y riqueza de especies vegetales, principalmente en relación al endemismo de algunas especies, como Aspilia grazielae y su importancia como especies de corredor de hábitats forestales como la tortuga muçuã (Kinosternon scorpioides) y el primate boca de agua (Plecturocebus cf. pallescens).

El uso de recursos naturales es una práctica común entre las poblaciones humanas tradicionales y no tradicionales (es decir, peces) que actualmente habitan el Pantanal. Entre los principales recursos faunísticos podemos mencionar los recursos pesqueros. La pesca artesanal profesional se practica en todo el Pantanal. Hay más de 9.663 pescadores registrados, que pescan desde especies comunes como la traíra (Hoplias malabaricus) hasta el bagre grande - cachará (Pseudoplatystoma fasciatum). También existen recolectores de cebos o “encendedores”, que sobreviven recolectando pequeños cebos, como cangrejo (Dilocharcinus paguei), mussum (Synbranchus marmoratus), tuvira (Gymnotus spp.), entre otros. Por lo general, este recurso se recolecta en áreas de bahías y arroyos.

El uso de los recursos forestales es de gran importancia para las poblaciones locales, especialmente los productos forestales no madereros (PFNM). Cabe mencionar algunos destaques como la laranjinha-de-pacu (Pouteria glomerata) en la que los frutos se recolectan cerca de las riberas del río y se venden en forma de gelatina; los frutos de bocaiúva (Acrocomia aculeata) utilizados para hacer harina, chips, panela y sus semillas se pueden tostar; también está la recolección de arroz nativo del Pantanal (Oryza latifolia y O. glumaepatula), que tiene un alto valor nutricional; las raíces y frutos del jaracatiá (Jacaratia spinosa); miel y las fibras del jacinto de agua (Eichhornia crassipes) que se utilizan exclusivamente en la artesanía. Cabe destacar que existen organizaciones o asociaciones de actores locales involucrados en estas actividades - Asociación de Mujeres Productoras de APA Baía Negra, Red de Mujeres Productoras del Cerrado y Pantanal, y también entre las que recolectan recursos faunísticos como Colonias de Pescadores Profesionales Artesanales.

Por otro lado, desde los siglos XVII y XIX, la extracción de minerales se ha realizado en el Pantanal. Es decir, mediante la minería se extraen recursos naturales no renovables, como el mineral de hierro, manganeso y caliza en grandes yacimientos en las ciudades de Corumbá y Ladário (Borde Oeste del Pantanal).

La propuesta establece un esquema de organización del Bosque Modelo Pantanal.

El Pantanal es actualmente uno de los biomas mejor conservados de Brasil. Alrededor del 87% del paisaje todavía está compuesto por vegetación nativa. Además, el Pantanal tiene especies raras y amenazadas en otras partes de Brasil, como el jaguar (Panthera onca), el venado de los pantanos (Blastocerus dichotomus), el guacamayo azul (Anodorhynchus hyacinthinus) y la nutria gigante (Pteronura brasiliensis), convirtiéndose en un refugio. de la biodiversidad. Es de destacar que gran parte de esta biodiversidad y vegetación nativa se encuentra dentro de propiedades privadas, se considera que más del 90% del Pantanal está compuesto por propiedades ganaderas. En este sentido, el Pantanal no es solo un excelente ejemplo de conservación de la naturaleza, sino un caso de desarrollo sostenible, alineando producción y preservación de la naturaleza.

Sin embargo, recientemente el Pantanal ha experimentado cambios importantes en el paisaje. Por un lado, el bajo valor de la tierra en la región ha propiciado la sustitución de la ganadería tradicional por una más intensiva, basada en la sustitución de pastos nativos por especies exóticas que permiten una mayor producción. Esta presión por el cambio de uso de la tierra es bastante clara alrededor del Pantanal donde hay una mayor tasa de deforestación (Guerra et al., 2020). También hay presión para nuevos proyectos de infraestructura que permitan un mayor flujo de producción, pero con un alto costo ambiental. En este sentido, Tomas et al. (2019) propuso una agenda para el Pantanal orientada a mejorar las políticas públicas de conservación con potenciales impactos positivos a escala local. Los autores enumeran diversas iniciativas, como, por ejemplo, Fazenda Pantaneira Sustentável, que es un sistema para evaluar la sostenibilidad de la ganadería en el Pantanal; Programa Corredor Azul, que tiene como objetivo salvaguardar la salud y conectividad del sistema de humedales Paraná-Paraguay. Específicamente, la interfaz entre la biodiversidad y la cadena de producción sostenible está vinculada principalmente al ecoturismo, la minería, la ganadería y la pesca deportiva (Tomas et al., 2019).

Las principales necesidades del territorio se destacan el acceso al agua, creación de un cuerpo de bomberos local, proyectos de reforestación, fortalecimiento de la cadena de valor de los productos de socio-biodiversidad, turismo sostenible y transporte público.

El Bosque Modelo Pantanal propone prácticas varias dirigidas a contribuir a mantener y/o recupera la integridad del paisaje.  Entre las principales prácticas propuestas están:

• Brigada de extinción de incendios. Debido a la recurrencia de incendios en la región del Pantanal y los registros negativos de incendios en 2020, fue necesario que los miembros de la comunidad estuvieran preparados para combatir el fuego, además de proporcionar equipos y materiales para que esta actividad se pueda realizar de manera segura. El objetivo es crear cuerpos de bomberos comunitarios.
• Repoblación forestal. El objetivo es crear sinergias a partir de los programas de reforestación existentes (por ejemplo, empresas mineras y APA Baía Negra) y, al mismo tiempo, diseñar nuevos programas.
• Turismo comunitario (senderos y sedes). El turismo aparece como una actividad que se puede expandir y organizar de manera más sistemática para que las comunidades tengan una nueva fuente de ingresos, empoderamiento comunitario, difusión de sus territorios y sus conocimientos tradicionales. El objetivo es estructurar el turismo comunitario en la región y aumentar el flujo de visitantes.
• Educación ambiental. A través de la educación ambiental de las comunidades, empleados de las empresas, pequeños y grandes productores rurales y turistas, se buscará ampliar las formas de entender el manejo de la tierra y fomentar un turismo más consciente y menos depredador.