La importancia de crear un Bosque Modelo en este territorio radica principalmente en que está cubierto en un alto porcentaje (45%) por bosque nativo chileno y por praderas y matorrales nativos con su respectiva flora y fauna (35%), presentando varias formaciones vegetales entre las que destaca el bosque único en sus características de “Araucaria”, o “Pehuén” en mapudungun (Araucaria araucana). Es el espacio natural que habitan un sinnúmero de comunidades del pueblo Mapuche-Pehuenche, además de colonos y parceleros. Seis unidades pertenecientes al Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNASPE) administradas por CONAF están comprendidas también en este territorio. Geográficamente el sector es eminentemente cordillerano, surcado por grandes valles que dan origen a algunas de las cuencas más importantes del Sur de Chile (Ríos Bio Bío y Toltén).

Todo esto configura un panorama de grandes desafíos para propiciar un desarrollo sustentable con miras a proteger el paisaje ancestral pero permitir el acceso a los bienes materiales sin destruir la naturaleza: aprender a manejar en forma integral los predios que en su mayoría son reducidos en superficie, aprender sobre los productos forestales no madereros,  incluir tecnologías de cultivo orgánico y bajo protección, mejorar las razas de ganado para mejor eficiencia, y generar conciencia en el manejo del combustible local, la leña.

Aspectos biofísicos

El Bosque Modelo Alto Malleco (BMAM) se encuentra ubicado en la Novena Región de Chile, en un ambiente pre-cordillerano y cordillerano, ocupando una superficie total de 369.000ha. Incluye la parte sur de la extensa Comuna de Lonquimay y la parte Este de la Comuna de Curacautín, ambas pertenecientes a la Provincia de Malleco.

Su delimitación al este, lo conforma el límite con Argentina, por el Norte la divisoria de las altas cumbres norte de la cuenca Ranquil, cumbres de volcanes Lonquimay y Tolhuaca, al sur con la provincia de Cautín; y al oeste con las divisorias de las aguas de la cuenca del río Blanco, y las cumbres del Volcán Llaima y Cordillera las Rejas.

Entre los criterios tomados en cuenta para la identificación del área de desarrollo del Bosque Modelo se destacan el hábitat natural de la Araucaria araucana, y que conserva el bosque originario; la inclusión de Áreas Silvestres Protegidas de interés por su valor de protección y por las potencialidades de interrelación para el desarrollo turístico; la incorporación de la cabecera de la cuenca del río Cautín, que forma parte de la cuenca del río Imperial, una de las más importantes de la región, además de la cabecera de la cuenca del río Bío Bío, que nace de los lagos Icalma y Galletue, ubicados en la comuna de Lonquimay. Por otra parte, este paisaje representa una unidad fisiográfica ilustrativa del paisaje cordillerano de la región, con condiciones climáticas severas y una variada presencia de recursos naturales en condiciones de fragilidad y distinto estado de conservación, destacando bosques del tipo forestal Araucaria, Lenga y Roble-Raulí-Coigue entre otros, a lo que se suma una gran superficie de estepas naturales y áreas completamente desnudas.

Otro factor de gran relevancia en la identificación del área, radica en la importante presencia de poblaciones de origen mapuchepehuenches, así como de campesinos-colonos de origen nacional y europeo, cuya convivencia en la actualidad es relativamente pacífica en contraste con aquella existente en otras zonas de la región en las que han existido altos grados de confrontación entre ectores indígenas y no indígena.

Aspectos socio-culturales y económicos

El territorio de acción se encuentra conformado por 10.237 habitantes en la comuna de Lonquimay y 16.970 en la comuna de Curacautin, como índices de pobreza de 23% y 48% respectivamente. (el promedio nacional es de 24%)

Las principales actividades productivas, se encuentran relacionadas con el rubro forestal y ganadero. Específicamente en la comuna de Lonquimay, la actividad pecuaria se encuentra conformada por un total de 115.551 cabezas de ganado, de los cuáles el 41% (47.753) durante la época de verano, se trasladan a sitios de pasturas cordilleranos o “veranadas”, lo que conduce a que la actividad genere un impacto importante sobre la sustentabilidad de los ecosistemas, a través del deterioro de los suelos, la disminución en la productividad de praderas y la regeneración de la vegetación, producto principalmente por el sistema extensivo de producción que impera.

Por otra parte, la actividad asociada al bosque causa beneficios pero a su vez ciertas problemática, esto último asociado a una larga data de manejo inadecuado de estas formaciones, y por la extracción masiva de leña con fines energéticos para autoconsumo y comercialización, lo que ha llevado a una degradación continua de los bosques. Cabe destacar, que actualmente el control por parte de las entidades forestales del país así como la apropriación de la población frente al manejo sustentable de los mismos, han llevado a una recuperación de la estructura y funciones de estos bosques, con características ecosistémicas bastante específicas.

Por su parte, en la comuna de Curacautín las principales actividades productivas son el rubro agropecuario y forestal. El primero, dada por la ganadería extensiva de menor impacto y el manejo de bosques con mayores niveles productivos, que aquellos ubicados en la comuna de Lonquimay. En esta comuna, se destacan actividades agrícolas, donde un 10.4% de la producción corresponde a cultivos anuales.

Otra actividad que impera en ambas comunas, corresponde a la extracción de productos forestales no maderables, siendo en Lonquimay el piñón de araucaria y hongos en la comuna de Curacautín. Esto se ha visto como una oportunidad, que ha permitido desarrollar proyectos de desarrollo asociados al tema, obteniendo resultados positivos en su recolección, integración de valor agregado y sustentabilidad de los ecosistemas relacionados.

En términos de la estructura social, se destaca la tasa de ruralidad en cada una de las comunas. De esta forma, en la comuna de Lonquimay, alrededor del 70% vive en condiciones de ruralidad, versus el 30% de la población en esta condición en la comuna de Curacautín a lo que se suma (principalmente en Lonquimay) la coexistencia de poblaciones indígenas y no indígenas.

La Asociación BMAAM está constituida por 14 socios que provienen de los diferentes ambientes, ya sea rurales o urbanos, y de diversas actividades económicas, descritos anteriormente. Cada dos años se elige democráticamente un Directorio de cinco integrantes, (un Presidente, un Secretario, un Tesorero y dos Directores) que sesiona regularmente. Una vez al año se celebra una Asamblea General de Socios, ésta última la encargada de sancionar el Plan de Trabajo presentado por el Directorio para el año siguiente y decidir la integración de nuevos miembros institucionales. La ejecución del Plan de Trabajo está en manos de un Director Ejecutivo que no es parte del Directorio sino asesor, y cuyo sueldo es financiado por medio de subvenciones recibidas de organismos públicos.